sábado, 3 de marzo de 2012

Los niños de la llave

Hace unos días hablaba con una vecina que es profesora en un instituto y me hablaba de la cantidad de fracaso escolar que hay actualmente. Me decía que no me podía hacer  una idea de como estaba la situación.  Realmente me quedé muy sorprendida cuando me dió cifras reales, de 5 grupos que empezaron  1º de la ESO,  con una media de 30 alumnos por clase,  es decir 150 alumnos, sólo 5 alumnos habían llegado a primero de bachillerato.
Hablamos de por qué podía suceder esto y uno de los motivos principales que surgió en la conversación es que hay muchísismos niños y niñas que caundo salen del cole llegan a su casa con sus llaves y están solos hasta que llegan sus padres. Son los niños de la llave.


La incorporación de la mujer al trabajo ha sido un paso muy importante en la conquista por la libertad de la igualdad de oportunidades, y en ese sentido se ha avanzado mucho, no obstante la sociedad no ha realizado  los cambios necesarios para equilibrar la dedicación que realizaba la mujer frente a los hijos y otras tareas sociales. 

Todos tenemos que tener el derecho a trabajar pero todos también tenemos la obligación de cuidar de nuestros hijos que serán los continuadores del mundo en el que vivimos. Por este motivo tenemos que trabajar para que sea posible compatibilizar vida laboral y vida personal porque no tiene ni pies ni cabeza, que un niño de 8 años  cuando sala a las 4 de la tarde del colegio esté completamente solo hasta las 8 de la tarde porque sus padres han salido a trabjar por la mañana y no llegan hasta la noche y cuando llegan están tan cansados. Además no disponen de medios económicos para permitise pagar auna persona que se haga cargo del niño.

La reducción de jornada es una solución a medias porque se reduce el tiempo pero también proporcionalmente el salario por lo que no todo el mundo puede permitirse una reducción de jorada, y el segundo handicpa es que sólo es posible hasta que los niños cumplen 8 años ¿ y a partir de los 8 años qué sucede? Con 8 años un niño sigue siendo niño y necesita de sus padre, digo bien sus padres ( su padre y su madre) para seguir creciendo.

La cultura de la presencia tiene que ir desapareciendo y dar paso a una nueva forma de trabajar  que tenga como base la productividad. Afortunadamente las nuevas tecnologías permiten trabajar en la distancia.

Si queremos una sociedad sana, tendremos que dedicar tiempo a nuestros hijos. Tenemos que trabjar entre todos para organizar la sociedad de otra manera y buscar fórmulas que nos permitan educar y acompañar a nuestros hijos en este camino de la vida porque no están solos, tienen padre y madre,  que no tienen por qué pasarse todo el día fuera en el trabajo. Tenemos que se conscientes que nuestros hijos e hijas en el futuro tomarán las riendas de esta sociedad y que tenemos que sentar las bases de una sociedad fuerte entre todos: familias, empresas e instituciones públicas y políticas.

Busquemos soluciones. 

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